jueves, 16 de septiembre de 2010

Texto de Marosa Di Giorgio


Me salta en cada sien una flor de granada de jardín, roja, dura, con hojitas verdes, las alimentan mis venas.
..También tengo flores de granada en las manos, en el empeine de los pies.
..Las vecinas, en su confusa franja, me espían, me critican y se ríen. Una dice: Está en flor.
..En mi interior, al oír eso, rueda un clavel, se desliza por el ano hacia las bragas y el piso, otro sale por la vagina.
..-Está en flor.
.. Recojo lo que cae, tan hermoso, hago un ramo.
..En mi útero hay un rumor. De claveles empujándose. A cual más bello cuando van al piso. Traen también enredados mis pequeños huevos brillantes como vidrio.
..Quedo pasmada ante esa cosecha jamás vista, lis de mujer.
..Miro azorada por si algún alma amiga me entiende y admira.
..Sólo dicen, entre dientes: Dio flor.
..Me retiro caminando apenas.
..De mi frente se levantan dos trozos de estrella blanca, que brillan como estrellas, y representan mi floración.

Marosa Di Giorgio, de La flor de lis (1932, Salto, Uruguay-2004, Montevideo, Uruguay). Poeta, ante todo. Los papeles salvajes, 2000, Adriana Hidalgo Editora (antología poética reúne desde su primer libro, Poemas, 1954, hasta Diamelas a Clementina Médici). En prosa ha publicado: Misales, 1993. Camino de las pedrerías, 1997, Reina Amelia, 1999 y Rosa Mística, 2003. La flor de lis, 2004

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