jueves, 12 de agosto de 2010

Sobre Agua viva

Uno de los libros más fascinantes de Clarice Lispector es Agua Viva (1973), una larga reflexión sobre la eclosión de una escritura. El texto, escrito por una mujer, haciéndose delante del lector, es una larga carta cuyo destinatario sirve de punto de apoyo para la composición. La mujer siente en sí misma un nuevo nacimiento -ningún cordón umbilical la une a nada o nadie- manifestando en su frase lo maravilloso de la alegría. Es la alegría del placer de escribir y del descubrimiento de su nueva libertad. Escribir es su manera de ser: La palabra es mi cuarta dimensión.

Los hilos del discurso componen un relato fragmentado con divagaciones que cuestionan el procedimiento ficcional y formulan una reflexión sobre la eclosión de una escritura: Te escribo en desorden, ya lo sé. Pero es como vivo. Yo sólo trabajo con encuentros y pérdidas (...) ¿Tengo un argumento de vida?, soy inesperadamente fragmentaria. Soy poco a poco.


Bella Jozef. Trabajo publicado en Revista Anthropos, colección Huellas del conocimiento, cuaderno especial dedicado a Clarice Lispector (1997).

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