jueves, 16 de septiembre de 2010

Otro texto de Marosa

Vamos a buscar honguitos. Tomo el cestillo, y tú la cesta grande.
..Te digo -y cae una leve lluvia y estoy sin capelina- te digo: los honguitos son redondos, blancos. Pero esos otros son pimpollos de rosa. De rosada rosa. No -contestas-. No. Son honguitos bajo lluvia. Pero mira bien...¿Qué dices?!
..Y ya diviso otros, otras, fofos, fofas, marrones como tabaco, y de aquel tronco estalla en silencio un hongo color naranja, ciruela, rojo como una estrella; que grita un poco al ser cortado.
..Entonces, decimos con miedo: -Volvamos. Ya. Volvamos.
..Pero sobre la levísima lluvia se abre un arcoiris inmenso y va de punta a punta; sus siete colores inasibles, apenas pintados.
..-Quédemos, pues, un poco más.
..Allá, lejísimos, hay una franja de tormenta, blanca, plateada, en la que acaecen, pululan, los truenos y los rayos.

Marosa Di Giorgio, de La flor de lis (El cuenco de plata, 2004).
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Palabras del crítico y académico Ángel Rama: ¿Son poemas secretos y casi inconfesables o son relatos fragmentarios que nos hacen las voces de la destrucción, la furia y la libertad?. Desde hace años Marosa di Giorgio viene construyendo una obra que se rehúsa a las clasificaciones, que testimonia la constante fidelidad a sus mandatos interiores y la búsqueda de un mundo que es interior y a un tiempo rigurosamente objetivo. La obra completa de Marosa di Giorgio revela un orbe original, de la moderna literatura hispanoamericana, una escritura brillante y una libérrima investigación de su realidad presente.

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